Thiis iis më

Mi foto
Indestructiblemente, rota.

martes, 17 de diciembre de 2013

The sweetest embrace

"My desire for you is endless
and I'll love you 'till we fall
I just don't want you no more
and that's the sweetest embrace of all"

Barry Adamson.

Hay que aprender a olvidar, y a esperar al olvido.

No estoy enamorada, de ninguna manera,
estoy extraña, inefable,
estoy corriendo con las agujetas desatadas.

¿Qué necesito para dejarte ir?
¿Para dejar,
dejar,
de creer en ti?

Para huir...realmente.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Debut y despedida

"Necesito un hombre que al hablar no diga estupideces."

¿En qué momento te diste cuenta que yo no te amaba?
¿En qué momento te diste cuenta de que no nos amábamos, de que nunca lo haríamos?

¿En qué momento decidiste que no te importaba?

Si bien sé, que me he equivocado, contigo y con todos; conmigo. Vos no lo sabes, alguna vez quise contártelo, igual esa vez creí que no tenía sentido. Y tú, no me conoces, no sabes ni un ápice de mi más allá de que no tolero el vino y la mostaza, que mi color favorito es el naranja, que cuando como lo tiro todo, que amo los zapatos, ¿qué más sabes, cariño? ¿Repetir lo mismo que yo digo? ¿Besarme sólo cuando yo lo hago? ¿Correr...?

Te desprecio, y en algunos momentos siento lástima por ti, me dan ganas de gritarte, de decirte que despiertes, que no tienes ni puta idea de quién es la mujer que está a tu lado, que estoy a punto de irme, si no es que ya lo he hecho. 

Pero vos, el fuerte, el ¿quién?, parece ser que yo tampoco sé de ti, no sé qué razones tienes para regalarme tu tiempo y aún así perderlo conmigo, qué necesitas para querer tomarme de la mano, para dejar de sonreír como un idiota. 

Puedo responderte ahora tu pregunta del por qué...

Porque ya no te soporto
Porque me desesperas
Porque no soy feliz
Porque ya me harté de estar contigo sólo porque aún no aprendo a estar sola

Porque no te amo
Porque no lo haré.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Odio

Creí que la odiaba a ella por haberme quitado lo que más amaba en la vida, pero en realidad te odié a ti, por no haber entendido nunca que eras lo que más amaba en esta vida.

Porque ahora lo único que tú necesitas, o crees necesitar es redención, curar tu alma, quitarte el dolor mental, quitarte la cabeza si es posible, dejar de pensar en tu culpabilidad, porque eso es después de todo, una simple culpa, una enmendadura, el perdón, tú perdón por algo que no tienes ni una pizca de intención en remediar.

Porque yo te leo ser la mierda más cagada de toda la historia, te leo sentirte miserable, saberte como tal, te leo esperando (sí, la puta esperanza se me impregna) que alguna de tus palabras se parezca un poco a diciembre, se parezca a quererme, a antes. Y vos, ¿vos? no me llames sólo para decirme que estás mal Samantha. Pendeja yo, sí. Porque vos no tienes porque saber que yo estoy mal, pobre de ti, ¿qué ganas? ¿Qué gano yo al alimentarte la culpa?

¿A qué estábamos jugando? Se escuchaba tan bonito "el amor de mi vida"... Pero ella no tiene la culpa, la cabrona pudo haber llegado cuando quisiera, la cabrona pudo haber dicho y hecho cualquier cosa; si me hubieses amado, lo seguirías haciendo.

Eres el mejor recuerdo que me construí por cuenta propia, parece que me inventé los mejores meses de mi vida, parece que me clavé en ellos creyéndolos, eso, los mejores de mi puta vida.

Y al final de todo en algo tuviste razón, sí eres simplemente una pinche roca: fría, dura e inamovible.

jueves, 15 de agosto de 2013

Cazar conejos

"Antes que nada, gracias. Por favor, deje su mensaje después de morir." 

¿A dónde va aquél, que viejo y joven desnuda a la noche?
a dónde /podría/ ir, correr, caminar ¿Al cielo?
¿La devolvería, quizá?
Ha andado y ha querido querer a quien su ropa pertenece,
ha sido de con y para quien el silencio significa mucho
y su cama, significa todo. La ausencia/el alma/oscuridad; y delirio.

¿A dónde va aquél que lejos de encontrarse cerca, yace dentro de una distancia incomprensible?
a dónde sino a la historia, a un pasado (íntimo) escrito mas que de futuro,
de tiempo, de ella.

¿A dónde va, aquél? Con aquella,
la señora, Ninguna, niente. La amargada, la
penumbra. ¿A dónde quiere ir, ahora, callado?
Queriendo al manto, plácido, estrellado.

¿Usará, su piel de diamante? ¿Jugará con quien
a ella aprisiona? Tendrá, por supuesto, un semblante
de amante.
De alquiler, de cárcel, ¿de pasión semejante?

Pero ¿a dónde va aquél? /lúcido/enloquecido/
volando con la cabeza, que los pies no ha traído
deshojando mariposas, allá dónde sólo viven luceros
ahogando decoros, zurciendo deseos.

jueves, 11 de julio de 2013

Abruptos

"Eres la mejor historia de amor que he tenido, pero no eres el amor de mi vida." (Kalidoscopia)

Se trata de creer que no hay cuerdas tan largas, ni tan gruesas, que alcancen la distancia en la que te encuentras, que no hay motivo suficiente para crearlas, que no tenemos presupuesto ni ganas.
Pero en el amor y en la guerra todo vale, y lo tuyo y lo nuestro es un amor que lucha constantemente por morir, para luego batallar con todas sus fuerzas para mantenerse vivo, al menos en la consciencia, en el suspiro de la consciencia.

Y después de todo me pregunto ¿de que se trata realmente?
¿De esperar?
¿De ceder?
¿De olvidar?
¿De vivir con eso?
Porque si hablamos de las posibilidades amor, puedo; y no puedo. Puedo porque de todos modos ya te había elegido, porque el corazón se me constriñe con tu simple nombre, porque daría lo que fuera por seguir allí, porque aún estás en mis planes. No puedo porque estás muy lejos, porque tal vez tienes toda la maldita razón, porque me la vivo enamorando de cualquier idiota sólo por un poco de emoción, porque no puedo seguir allí amándote todos los días, ¿amando a quién? ¿Por qué razón?

De igual forma no aprendí a decir adiós contigo, y menos con tus te quieros resonando en mi cabeza.

miércoles, 26 de junio de 2013

Error

Todo quema, el amanecer
el atardecer
la cama, la colcha, la mesa, lo acojinado, 
lo sucio, lo limpio
la radio
el moho
el techo
Quema, arde, palabras comunes
palabras vagas
enredos de tu labia
tus manos calcificadas
queman, lejos, dentro
tiemblan.

Porque todos los versos que te han infestado el orgullo, desaparecen. Lánguidos, pútridos, ya no pueden ser de ti, ni de nadie.
No son, ni serán.
Sabrán que te he querido, sabrán luego que te he olvidado.

Y en el papel se queman, dejando aquellas cenizas que por más que se quiera, no vuelven a las brasas para renacer, sólo vuelven a la tierra o al aire y se buscan otra ocupación, pero ya no la de versarte a ti.
Ya no la de quererte a ti.

lunes, 17 de junio de 2013

Ya no es Octubre

La obsesión cesó,
las cartas, tal vez volvieron a Alemania
dejé el amor en el asiento de un camión
las ganas, en alguna sala de espera

Con los días se han ido:
la pasión desbordada
los fuegos encendidos en las mejillas
el deseo inmaculado
la rabia de la despedida

Las colillas de cigarro terminaron por morir
ahogadas como Gabriel
colgadas en algún infierno

Quizá fue mi culpa, por hacerte creer
que te amaba tanto
tanto como a él

Y ya no es Octubre, amor
ahora lo entiendo
perdóname por sentir
lo que ahora ya no siento.

lunes, 10 de junio de 2013

miércoles, 5 de junio de 2013

El lenguaje de la tristeza

"Intenta ser racional."

Tiempo, debería haber menos tiempo, porque todo se vuelve más lento, todo cae más lento, es insoportable. Se escucha a la sal de los ojos quemar las heridas del cuerpo, se puede oír todo: el rechinar de las puertas, el aire intentando colarse por las hojas de los árboles, se escucha inclusive al corazón, luchando por seguir latiendo. Todo habla, por sí sólo, como si al sentir la muerte todo lo demás cobrara vida, y enterrado, allí, en lo más profundo de la arena puedes aún escuchar al mar que viene, preguntándole a las olas si ha de tener el valor de ahogarte.
Se siente frío y la piel se cuartea, hasta las coyunturas de cada cicatriz te escribe, como si las rajadas encontrasen sentido, voluntad.

Estoy intentando comprender, convencerme de que todos estos silencios
 
tienen sentido.
 
Estoy intentando inventarme una buena excusa
 
una que sea suficiente
 
para ya no pensarlo tanto.
 
 
 
-Siempre te querré- 

domingo, 12 de mayo de 2013

Piedra

"Pensaba en el amor y escribí su nombre."

Estaba hecho de mar
su insomnio
y su amor 
de atardeceres que colapsan junto a la arena.

De oscuridad
sus ojos
y de horizonte
y de silencio.

Su nombre de piedra
sus manos de artista
y mi pensar
de agua evaporada.

Su miedo
de noches
y de llantos
que duraban todo un día.

lunes, 6 de mayo de 2013

Suficiente no es suficiente

"Aquella tarde fueron al cine
hicieron el amor.
Tú preguntaste: "¿No fumas demasiado?"
Yo quemaba el calendario
y atrasaba tu reloj." (I. Serrano)

El hombre que más he amado en mi vida, me ha dejado.

Como viento vino, como viento se fue,
no hubo remedio, no hubo tormenta,
sólo el leve soplido y su adiós susurrante.

¿Qué no habré hecho yo por retenerlo?
¿Qué no habré?
¿Qué no habré?
Y me quedé callada.
Le regalé mi último "te amo",
se lo llené de todos los besos que le tenía guardados,
y le dejé ir.


Ojalá algún día vuelva.

viernes, 3 de mayo de 2013

Vacuidad

Nos acabamos, nos descubrimos,
hemos sabido temer a todo aquello que parecía contener locura.
Nos quemamos; y ardidos, y en llagas, pedimos sal,
para que nos sepa a algo esta vida.


viernes, 26 de abril de 2013

Nostalgia

Cómo extraño la 206
La luz opaca
Aquél elevador gris
Los ruidos ajenos.

Cómo extraño los números que nos perdían
Los azulejos blancos
Los espejos empañados
El frío que no quemaba.

Cómo extraño esquivar a la gente
Para escaparnos a cualquier lugar
El aire de la noche
Las ganas de besarnos en cualquier esquina.

Pero más extraño tus manos a los lugares
La piel a aquellas calles
Tu labia en mis palabras entrecortadas
Tus ojos mirando al horizonte.

viernes, 19 de abril de 2013

Happy

Be happy, it doesn't hurt anyone
If you don't, they won't forget
They never forget.

As time goes by, you're just the same
And every tear, and every sin,
Is way back in the past.

Have you just forget that?

You won't hurt anyone, just try to be happy
Smile every time you have the chance
If you don't, they won't forgive
They never forgive.

Find the road, they´ll find the stone
Find heaven, they'll find the rain

Could you just forget? Could you just forgive, her?
Could you just forget? Could you just forgive, him?
Could you just forget? Could you just forgive, us?
You?

jueves, 11 de abril de 2013

La vida es bella

Por los atardeceres que se cuelan por las ventanas del camión, por ver el amor que existe entre dos hombres, por querer comprar un libro para una mujer que se encuentra en rehabilitación por las drogas, el amor de un hijo enfermo hacia su madre, la decepción en los rostros de la rutina, los señores que viajan en automóviles naranjas con camisas verdes, por la posibilidad de abrazar en plena calle a un amigo que rompe en llanto, por el gusto de escuchar música del norte en un estado del sur, porque al final no importa, realmente no importa lo que sea, si al verlo, al sentirlo, tu corazón sabe sonreír.

La vida es bella por el simple hecho de ser vida, y no muerte, porque puedo llorar con Lara Fabian, porque sé que el dolor es necesario y el sufrimiento una elección, porque amo todo lo que hago y lo que me hace, amo al hombre que me acompaña a caminar, y a todas las demás personas que creen que al final sí importa mi existencia, que me ayudan a construirla.

La vida es bella porque yo quiero que sea bella, y como es mía, yo puedo escribirla como quiera.

viernes, 5 de abril de 2013

De las pasiones que mueren sin saber morir

"Todo lo que te he dicho, es verdad, pero la verdad no es suficiente, no es, ni claramente, una pizca de lo que deberían saberte mis silencios. No, y digo que no porque los "sí" ya te los he dado todos, y no me queda nada más que la verdad y un disfraz de una mentira, que usaré para mañana."


Igual y el silencio no sabía, que queríamos ser invierno; y ahogarnos en una pasión delirante, cóncava.
Una pasión que no sabía más allá del deletreo de los días, más allá del impulso que deviene del saber que después de dormir, me llamarías.
Una pasión que se esconde tras de los velos de luto, de las muertes de tu cabello en la almohada.
Se extingue el fuego de tus ojos, tras las lluvias que, inminentemente, caen sobre tu suelo, y se acaban.

Igual y el silencio quiso sentarse a observarnos desfallecer, lánguidos y caídos, buscar por el piso los restos de todos los pasados, estallarnos las venas con los vidrios rotos de nuestros corazones, cansarnos de morder los mismos labios, los nuestros.
Vernos deshacer todos los lazos que en un tiempo nos quisimos anudar a las muñecas, ahora los rompemos, para colgárnoslos al cuello.
Y esperar morir, aún juntos y despreciados, escupidos y malogrados.
Esperar una muerte que ya llevamos a cuestas, una muerte que venimos buscando flotando sobre los bancos, una muerte que ya nos venía desgarrando la carne, que siempre nos ha seguido; yo no sé para qué tanto la andábamos buscando.

Principio de incertidumbre

Que no todas las lágrimas que se me escapan caen al suelo por la mera gravedad, que hay veces que algunas sólo y simplemente deciden lanzarse al vacío, como un suicidio, uno necesario.

Puede que todo cambie, en un segundo u otro, puede que el pecho se me oprima de tristeza o por falta de espacio, por guardar a la felicidad.

Puede que los opuestos ya no nos sean tan antagónicos;
Puede que mañana te ame más.

Puede que decida un día escribirte una carta, y quemarla al viento, dejarla ir,
Puede que la tinta nunca me dé lo suficiente, como para plasmarte lo que debería decir.

Puede que el mismo aire se me acabe;
Puede ser que pueda ya no respirar.

Y puede sobre todo ser, que un día los diálogos de las páginas de un libro me sepan a la sal de tus ojos
Me arda en la piel el fuego de tus manos
Y aún así pueda soportarlo.

Que no todas las veces se me dan por llamarte, que hay momentos que ni siquiera sé si me llamaría a mí, que puede que las respuestas se acaben con las tildes puestas o con los puntos y a parte bien definidos.
Que puede que quiera poner yo los finales, o parar la marcha, arrancar pequeñas hojas de los árboles que me cuelgan en la cabeza, y volver.

Siempre es bueno saber decir: no sé.

Porque no lo sé.

lunes, 1 de abril de 2013

Marzo no se acaba contigo, ni abril viene sin ti


Está el infinito y la calamidad en sus ojos, una mirada que me lo dice todo, aun cuando mira a la nada y una boca que se embelesa con la eternidad, la prueba para después regalármela, en un beso.
Está la sangre que le corre por las venas que le toco, la mano que me sujeta la cordura, la palabra que me la suelta.
Está la levedad, el paso disparejo, el arrebato, la sonrisa; sobre todo la sonrisa.
Y está todo el amor contenido, el amor desparramado, el “te extraño” que se intenta colar por los nudos de la garganta, la cobardía del “te necesito”, el saberse perteneciente el uno del otro, el silencio que le precede siempre a sus labios, al roce, al momento en que re descubro que lo amo, que estoy más convencida que nunca.
Como a nada, como a nadie.

Donde las rosas lloran

Colaboración de Eduardo Rodríguez (Música /letra)

Hay, fuera luz un esplendor, me hace vibrar.
Son, inundados de vapor, huecos de alguna canción, que un día perdí…
¿Dónde es que están? Llevo tanto sin saber, donde el viento fue a esconder, los restos de…
Mi vida entera, vacía, rogando que volviera, el día, donde la luna hablaba, donde la luna hablaba.
Hay dos palabras, que escucho, y no me dicen nada, del mundo, donde las rosas lloran, donde las rosas lloran.
Hay, un dejo de oscuridad, de soledad.
Y voy, entretejiendo una razón, deshojando el corazón, de un día gris.
Despertaré, siguiendo sin saber  por qué, el cielo se cayó en tu piel, el día en que…
Mi vida entera, vacía, rogaba que volviera, el día, donde la luna hablaba, donde la luna hablaba.
Hay dos palabras, que escucho, y no me dicen nada, del mundo, donde las rosas lloran, donde las rosas lloran.
No existe el tiempo, el frío, ha quebrado las alas, de olvido, de esta última rosa, de esta última rosa, que te di.

sábado, 23 de marzo de 2013

Sucedamos

"Somos nuestra palabra favorita, la excusa de siempre, el pretexto constante, necesario. La nada."

Vine a decirte que no, o a decirte que sí.
O tal vez vine a decirte un tal vez, que te supiera a la mejor respuesta,
a la mejor pregunta.
Vine porque somos en secreto una nada descosida
Un encuentro de caricias

De manos,
que nunca se tocan.

Vine a decirte que quiero que me sucedas
aquí en la lluvia
O en la primavera.
Que me sucedas en lo hondo que nos da cabida
para querernos, o para dejar de hacerlo.

Ven, dime que vienes y que te irás después
O iré quizá yo para seguir enrejando los deseos

Para caernos una y otra vez;
pero juntos, en la cama.

martes, 19 de marzo de 2013

Infinito; socorro.

Infinito,
        Socorro.

Aves se cuelan entre los destellos de un caleidoscopio;
Carcajadas se oyen;
Plumas caen de los edificios;
Corazones laten; dormidos.

Negro,
        Grito en auxilio.

Los corredores se visten de focos intermitentes;
Líquidos, lúgubres;
Abro los ojos a un deseo;
Se pudre, se muere.

                                                               Osadía,
                                                                       Sus manos inmaculadas.
                                 
El coraje se disuelve en un beso cansado;
Suenan teléfonos, campanas;
Ruidos de cualquier ferrocarril;
Barcos varados, infiernos.

Sabe la luz aprovecharse de tu cuerpo;

                            Y la lluvia;

                                              de la muerte.

lunes, 11 de marzo de 2013

Las comas se hicieron para no cansarnos al hablar. (El olvido)

Para Pablo, que en su boca se me escriben todas las inspiraciones, y el viento se las entinta.

Comerse el alma de un bocado y dejar de ser para saber a lo que sabe la inexistencia, los teléfonos sonando en busca de un cuerpo, una boca que no sabe hablar, y una oreja que les escucha gemir dentro de las cabinas, y los pavimentos que se ciernen al sabor de las huellas, de los pasos, al vestigio de los otros caminos que han sido pisados, a la indolencia de la apatía de un recuerdo mutilado y una memoria que padece la peor de las enfermedades, la del olvido.

Desgarrarse en la tragedia y triunfar, finalmente, en el ocaso del desahogo de un saber que se ha perdido. Se quiebran los cristales y se rasga con la luz del advenimiento, la esperanza cruje aullando en minusvalía y descontento pero se mantiene en pie, pasiva, esperando a la eternidad o al menos al invierno que viene, disfrazado de ella.

Me ven los árboles y se desvisten, voltean sus ramas hacia mi vestido y me levantan las faldas curiosos, entretenidos. Cogen el baile del viento como a las alimañas les gusta coger del lodo para revolcarse. Se ríen y me escalan de a hormigas el morbo y las ganas de poder comerme el alma y atragantarme de la tuya y de la de los árboles.

Hemos ido a esconder tras el vaho de la neblina de las montañas todas las puestas de sol que quisimos y que pudimos acumular, y las bocanadas de la noche en la ciudad nos recomendaron ya no enfermar y comenzar a escribir historias con la ceniza de los cigarros y con la saliva que se nos escapa de cuando en cuando de los labios en el inmenso papel de lunares de alguien a quien, certera y posiblemente, podemos amar, para que seamos ejemplo y rebeldía, para contarnos las letras y ya no derramarnos, estúpidos, en el naufragio.

domingo, 3 de marzo de 2013

El ansia de no volver a despertar

"¿Y si mañana ya no hay tiempo?"

Estaba cansada, sumida en la cama intentando soñar. Y no soñaba; ni siquiera podía cerrar los ojos y dibujar las alas de las aves que le gustaría ser para volar. Sus pies estaban fríos y sus rodillas se le quebraban en el colchón; se levantó para ponerse las botas y caminar hasta el balcón, el frío era insoportable y hacia danzar a las ventanas, retumbaba por todos lo cristales, gritando, mullendo al silencio, apresando su corazón.

Era una de esas noches que no dan para pensar, ni para crear mundos alternos, ni para imaginar que la vida no viene sino que va, ni para dormir, ni para morir, ni para soñar, una de esas noches que sólo le consume las estrellas a la eternidad, le crea los castañeos de dientes a los latires de todas las palabras que se quedaron por decir, le rompe la piel a las cobijas y le habla a todas las cosas por su nombre, las seduce y las desnuda, y se quedan en la nada y en la vergüenza, tras la mirada negra de la luna.

-No tengo a donde ir, si no es contigo.
-Eso es absurdo, si me amas puedes vivir sin mi.
-Pero no quiero vivir sin ti, ni siquiera quiero intentarlo.
-No me importa, yo ya no puedo, y sé que es egoísta, lo siento pero adiós.

La lluvia parecía emitir el sonido de una risa, una ligera carcajada que gustaba de pegarle en las mejillas sus tintineos de burla. Entonces volvió a la cama, cerró los ojos y empezó a soñar; gavilanes volaban junto a ella, la noche le abrió paso a un cielo color de rosa, a nubes blancas que le dejaban atravezarlas, a cortinas de agua que ya no se mofaban, y a los vientos que dejaban de correr y de zumbar, a los vientos que ahora le rodeaban para flotar y le dejaban quedarse ahí, en el alba infinita.

domingo, 24 de febrero de 2013

Sus papás le pusieron Salma

"El problema de todo lo que nos acontece es que uno debe aprender a aceptar sus limitaciones, hay cosas que podemos hacer y cosas que no podemos hacer. Y cuando elegimos hacer todo aquello que no podemos por simple orgullo, entonces sucumbimos, y el delirio nos alcanza, y las noches ya no son suficientes para llorar; porque ya nadie nos escucha si les pedimos a gritos que se largaran."

Tenía 19 años, tenía las faldas repletas de hombres que le seguían y los tacones llenos de calles nuevas por pisar. Tenía la sonrisa de todos los sueños que le faltaban por cumplir y el llanto encerrado en el oscuro rincón de su alcoba.

Todo ya se quebraba, en silencio, como algunos cerros que se desgajan poco a poco por las lluvias, todo ya estaba en lodo, pero aún parecía que sobrevivía.

Algunas veces el delirio la alcanzaba en medio del crepúsculo de las 12, le daba por rajarse las venas para luego llamar y pedir auxilio. Se le daba dejar de comer. Se le daba dormir esperando no despertar.

Otras veces la gente sabía mentir y disimular ante su locura, sabía quererla con la hipocresía del no meterse con aquellas personas que hacen daño, aquellas personas que quizá no vivirán más allá de lo que imaginan.

Las noches de pronto se volvieron días, ojos que lloraban al lado de una niña que sólo quería comer. Ojos que veían a un marido próximo, a un mejor amigo convertido en compañía para todo lo que resta. Una boda, un silencio, un llanto nuevo.

Tenía 39 años y la historia se repetía, pero como todas las historias que se repiten, cuando se vuelven a contar se distorsionan, se aumenta el caos; y el tiempo.

Seguía llevando faldas, pero la sangre ya no le corría buscando por auxilio, los tacones se le quebraron en el suelo cuando a ese gran puente le dio la luz del alba, a la vida se le olvidó que tenía que llorar por ella, a ella se le olvidó que ya nadie quería salvarla.

Un divorcio, dos silencios, el llanto de siempre.

Hay almas que les gusta estar en el constante flote, pero no saben,
pobrecillas no saben, que existe la gravedad. 

miércoles, 6 de febrero de 2013

Feliz

Nada tuve que ver, era un diciembre de esos que se parecen a todos, las mismas nieblas, los mismos ciegos.  Estábamos allí los dos, tú circundante y decidido, callado, observando. Yo no hacía más que parlotear al crepúsculo que nos precedía, lo contemplaba detrás de aquellas ventanas, le suspiraba y era feliz.

Un segundo de miopía y de estar alerta, un taladrante sonido de desmayo, mi corazón rodó cuesta abajo, posándose en el suelo mirando a la nada. ¿Qué harás entonces? Preguntó, ¿Qué harás ahora que yo no quepo en tu pecho? Estoy confundido. No sé que haré, no sé qué haré, y por un momento creí pertinente poner mi pie sobre él y escucharlo hacerse trizas. Inspirada por mi crueldad y por mis ganas de ahogo, sabía que él ya no iba a sufrir, sería el alma de aquél pobre corazón volando por el aire, sonriendo por su libertad. Pero no me dejó, me miró con la sangre repleta en llanto, volvió a hablarme. Sé lo que estás pensando, y sé que tienes razón, pero aún podemos ser libres los dos y puedo yo volver a mi lugar, a donde pertenezco, contigo. No hice más que mirarlo, atónita; ¿Otra vez? ¿Vamos a intentarlo, otra vez? No, no corazón estoy harta, estoy harta de sentir y que todo se acabe, estoy harta de volar con unas alas prestadas o con unas alas rotas. ¿Quién te dijo que vamos a volar? No vamos a volar, porque el hombre no fue hecho para volar, vamos a caminar, tú y yo, de la mano de alguien más.


La voz de la profesora retumbó en mis oídos, seguía hablando de las partes que conformaban el oído, no me prestaba atención ni yo a ella, la luz del sol de medio día se colaba por la amplia ventana del salón, los árboles dibujaban una bella fotografía en mis ojos. Los miré, me desentendí de las voces que me rodeaban, los contemplé llenándome de todo lo que había ignorado, lo que había olvidado que estaba ahí. Cerré los ojos e imaginé a mi pobre corazón, suplicándome, creyendo aún en mí. Suspiré.

Entonces supe que era feliz. 

viernes, 1 de febrero de 2013

Fría como el viento

"Amaba sin amar, besaba porque sí, tomaba de la mano de quién sabe quién, vivía sin soñar, era un caballo sin domar."

Hay un silencio que no cambiaría
El silencio de su corazón latiendo en la lejanía.
Silencio es, porque no ha podido mi oreja pegarse en su pecho
Silencio no por ausencia, silencio de espera, de futuro.

Hay almas que nunca amaron en este silencio
Almas frías, como el viento.
Almas que se perdieron en el aire correteando a otros silencios
Silencios que correspondían a otras bocas.

Amor, hay.
Amor que nunca ha muerto
Porque sólo ahora ha encontrado la oportunidad de nacer.

Esa palabra, que no he pronunciado
Que no ha sentido más allá de la obsesión
Esa palabra que ahora calla para dejar sentir
Al tiempo y a sus ojos, sus ganas, su misterio.

lunes, 21 de enero de 2013

El hombre

"Nunca supe a quién amaba, ni por quién miraban mis ojos. Entonces apareciste y seguí sin saber, pero ya no quería saber, sólo quería sentirte."

El hombre, vespertino perdido en su sombra buscando el sol, el hombre callado y pensativo, dudoso, camina con cautela por el agua, flota y cree que puede dar paso en falso y caer, ahogarse, morir.
El hombre no sabe qué es la muerte, mas le teme.
No sabe que es el amor y entonces juega a practicarlo.
El hombre en llamas, fuego y humo negro, cigarro exhalado, cáncer, el hombre y su manera de enfermar en silencio, dormir tras de su fuerza.
El hombre que compra flores siendo alérgico a ellas, el hombre espinado, rojo, caliente, viste de pavo real y llueve en ojos de mar, salpica al viento de su arena del desierto.
El hombre es todos los elementos: la tierra de sus zapatos, el aire que le da vida, el fuego que le calienta, menos el agua, menos el líquido, el agua suele ser aquella mujer que fluye entre sus brazos, pero sí el gas evaporado, la plasma desequilibrada y el hielo; la dureza de su mirada.
Es el frío y las hojas que crujen en el otoño.
Sabe escalar montañas, pero se atasca en los corazones.
El hombre tajante de sí y de no, con excepción de una escala de grises para todas las mujeres.
El hombre, estúpido, astuto e inteligente, el hombre artista y de colores, el hombre de los blancos y los negros, el hombre racional, el hombre sentimental.
Habla idiomas diferentes y lenguas extrañas. Corre hacia distintos lados, camina en direcciones opuestas, pero sabe a dónde va.
La piel del hombre, los ojos del hombre, las manos, el pecho, las caderas, las nalgas, el miembro del hombre, los hombros del hombre.
La perfección, y lo exquisitamente imperfecto.

miércoles, 16 de enero de 2013

Dejo esto aquí, porque es mío

Ni el llanto, ni la corrosión que crea la agonía,
ni el misterio que era tu mirada,
ni la melancolía de tus pestañas gimiendo cuando son arrancadas de ti por el viento,
ni tus palabras rotas,
ni mis piernas siguiéndote.
No te pedirán que vuelvas,
sólo te besarán si quieren.

Ahora, puede besar a la novia

"Prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida."

Es él. Es él he dicho un mil veces, él, él, él. Sonriendo, malhumorada, seria, juguetona, sensual, lo he dicho; es él.
Y los "te amos" parecen no ser suficientes, desbordan el alma, desbordan el ser como él dice.
Tocarnos de pronto se vuelve una necesidad, un grito de auxilio, de desesperación. Tomar de sus manos, mordérle el cuello, dejar que me lo muerda a mí, comerse esa lengua exquisita, degustar sus palabras en su voz, en mi oído, llover, buscar, encontrar, brincar, saborear, reír, amar, besar, fugar [...] todos los verbos, con él.

"Las palabras nunca alcanzan, cuando lo que hay que decir desborda el alma." (Cortázar)
 
 
 
-Cásate conmigo-
-Acepto, pero ya en serio. Parece algo inminente en este momento. Te amo tanto Samantha-
-Es en serio. Te tendría todos los días de mi vida sin dudarlo-
-Y yo a ti. Sería hermoso despertar contigo cada mañana.-
-Y dormir contigo cada noche...-
 
 
Te amo, no hay más.


lunes, 14 de enero de 2013

Tu voz

"Te escribiría el sexo todos los días, tu sexo y el mío. Te inventaría el amor en los papeles blancos y vacíos. Te robaría los suspiros para hacerlos parte de una canción. Tomaría de tu piel para hacerle lienzo y pintar sobre ella todos mis besos. El arte se ha encarnado en ti y lo último que me queda es practicarte. Así cariño, así te amo yo."

Dentro de las ondas que inundan el espacio del aire que respiro, reconozco tu voz, esa voz firme, rústica y sensual, aquella voz que cada mañana me descuelga las sonrisas más bonitas que guardo en mi closet para que tú las veas y te enamores más de mí, aquella voz que me desnuda el alma y la vergüenza, me pinta las mejillas, me recorre por la sangre hasta dar con mi imaginación.
Tu voz, mi música preferida, las mejores notas de tu piano, mi mejor canción de cuna.