Thiis iis më

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Indestructiblemente, rota.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Déjame tragarme mis palabras

"Desde cuándo tenía ganas de llorarme. No tenías porque haberme visto."


Déjame tragarme el viento que me asfixia, que se mete entre nosotros
Déjame llevarme el corazón roto de las estrellas, se caen de a poco, en forma de cascadas
Toma el silencio que es tan tuyo, toma éste pobre aliento, el frío del alba y el crepúsculo de mis sábanas
Y déjame tocarte el sentimiento alterno a tu llegada, déjame besar aquellas aguas
Déjame tragarme mis palabras.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Tengo ganas de romperme en hilos

"Necesito encontrarme, a mi, y no a tí, no sé quién eres, no se porque sigo aquí, porque sigues tú aquí. ¿Cuándo aceptarás, que tú no me quieres? y yo ¿Cuándo aceptaré que no me quiero lo suficiente por aún creer que lo haces?"

Disculpa ahora mi atrevimiento, pero me gustaría decirte una cosa, eres tú, un chamaco malcriado, con dinero y sin madurez. Te crees tanto que cada día te vas haciendo menos, y yo, aún arrastrada a tus pies.

¿Merezco acaso sentir lo que siento? ¿Merezco tal vez creer que te estoy mintiendo? ¿Por qué no, si la víbora soy yo? ¿Por que no, si yo, según tú, no tengo derecho de querer a nadie más?
Y es que la verdad tengo ganas, de sentirme nuevamente, tengo ganas de tener en mis manos unas manos que me sepan agarrar, tengo ganas de escuchar palabras buenas, palabras verdaderas que vengan desde el corazón. Tengo ganas de tenerme entre el aire, de tenerme de a pedazos y reconstruir mi ser, tengo tantas ganas amor, de decirte que te dejo, pero no.

Lo que quiero, sé, que es imposible, pues realmente no sé ni lo que es, pero tú, amante indescriptible, eres solo una huella de lo que amé.

Y vuelvo a mis ganas, que se quedan calladitas, que se atienen a lo que debería de ser, porque yo contigo ahora estoy segura, pero tú conmigo no lo sé, y es que son tantas veces las que te haz caído, que no puedo levantarte con estas manos tan razgadas de coserme el corazón.

Ni mi voz, ni mis manos, ni mis letras han podido hacerte enajenar, hacerte sentir que conmigo el paraíso es sólo un lugar cualquiera. Y ya no encuentro sentido alguno, porque las ganas de escapar, le han ganado a las ganas de tu presencia, las ganas que tengo te romperme de tus flores son más grandes que las de verte de nuevo con ellas.

¿De qué sirven tantos años, sino más para haber aprendido a no querer?

Necesito descoserme de tí.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Porque te extraño

"Y no me escuchaste llorar, de nada hubiera servido si lo hubieses hecho, habría tenido que hablar, y explicarte todo lo que tengo dentro, no, primero hubiese tenido que explicarme a mi que es eso, que es lo que tanto me aflige, lo que tanto me hace sentir mal. No lo sé. Pero te extraño."


Tengo, o tal vez el problema es que no tengo, sentimientos inexplicables, lágrimas indestructibles, llantos tan silenciosos. Y me gustaría hablar contigo, decirte todo lo que siento, lo que pienso, de que me abraces mientras lloro y me mires, y me comprendas. Que estúpido sueño.

Tengo bastante tiempo sintiéndome miserable ante todo. Como si nada me llenase, como si fuese una muñeca de trapo, como si hubiese desaparecido de la faz del planeta y ahora sólo existiese en estás míseras letras que realmente no dicen nada. Y todo, porque te extraño. Y no te lo he dicho.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Realmente no sé que es el gobierno, pero sé que apuñala corazones inocentes.

"Ni las novelas y el amor, ni la filosofía y las embelesadas palabras, ni yo y mi vestido de princesa, existimos en el mundo de los muertos. De los muertos mexicanos."

No sé si tenga el tiempo suficiente para no querer morir.
El mundo que se encuentra allá afuera, a unos cuantos metros lejos del piso, a miles de kilómetros cerca del cielo, ese maldito mundo que cada día se come la sangre del pueblo, que se alimenta por cada número más. Ese mundo me aterra, porque sé que me podría devorar, tan fácil, tan despacio y tan doloroso, no sé si pueda siquiera procesar la idea de ser comida.

¿Qué voy a hacer cuando el tiempo pase? ¿Qué voy a ser cuando en verdad tenga que ser grande?, tal vez me hunda en la tierra, o me deje quemar por el fuego, sería menos doloroso. ¿Cómo voy a afrontar la caída de éste imperio? De éste Atlantis que sólo vive bajo mi mar, no quiero salir a respirar.

Vivir con los pixeles de la t.v, esos puntitos de realidad distorsionada, me hacen pensar en cosas de la vida que realmente no importan pero a la vez sí. Esas malditas personas con sus juguetes despiadados, con su sonrisa que se disfraza tras la careta, hacen parecer que la filosofía es una estúpida porquería. ¿Y para qué estudio yo a la mente, si sé que no se las voy a cambiar? Mis palabras no son de acero, y ni siendo acero podría destruirles su muralla.

El miedo que me acoge ahora, es causado por la inseguridad de mis pensamientos, porque puedo vivir tal y cómo lo he hecho hasta ahora, la tormenta viene entonces, cuándo me descubran y con un ligero susurro me despierten, y me digan: "te lo advertí".

Catarsis

"Si tan sólo....si tan siquiera....no, espera, (en realidad), no tengo nada que decirte."


Los demonios, los demonios de nuestras letras, nos arrullan para hipnotizarnos y escribir lo que ellos quieran. No existe voluntad alguna ante ellos, no hay forma absoluta de energía que les detenga, sólo se dejan explotar.

¿Cuándo dejarán de hablar?, sus voces me lastiman en los hombros, las punzadas de cada grito, ni siquiera se que dicen.

Además, a ustedes sólo les gusta el placer, idear cómo conseguirlo, de quién tomarlo, ¿qué no ven que aún tengo consciencia?, ese estúpido ángel que cada día se desangra más, sabe murmurar; cuando por fin lo logren, y él haya muerto, ténganlo por seguro, que podrán hacer conmigo lo que quieran.

No hay escrúpulos suficientes como para dejarlos ir.