Thiis iis më

Mi foto
Indestructiblemente, rota.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Algunos de esos silencios que gritan muy fuerte.

"¿Qué vamos a hacer con esta bella hipocresía? Vivirla corazón. Vivirla."


Te estás quedando sola, sola con ellos y con los fantasmas de sus novias. Parece, que no eres nadie en realidad.

Con todas mis letras, me dices. Y me quieres en algún rincón de tu marea.
Te escondes, entre el secreto de mi presencia. Te quiero de igual manera.
Y soy, secreto a gritos vociferados por la intemperie. De todos modos, tenía que rendirme ante alguien.
También, me tengo temida de otro dolor, áspero, cansado.
Suficiente para ahogarme, y despedirme entre sollozos.
Suficiente te quiero, a ti alma confundida, a ti alma sola.

Llévame pronto al silencio de tu alcoba, desnúdame toda, arráncame la música.
Toca, este palpitar extraño del pasado, las notas de la ausencia de tus manos.
La llama que se extingue, ese fuego que se te escapa.


No quieres perderme, porque si lo haces, te sabrás vencido para siempre.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Salvador

"El arte de quererte, de destruirme sin sentido."

Debo dejarte, lo he decidido. Con estas palabras, no con mi historia.
Lo he decidido mientras cerraba los ojos y cruzaba los dedos. Mientras le daba la mano a otra persona.
Y claro, que debo dejarte porque tú ya te has ido, y tu sombra se ha desgarrado ya las manos por tratar de cortar las cuerdas con las que le ato. Tú ya no existes más sigues vivo.
Tenías que irte, dijiste algún día, otros más creíste que yo creía que ya no me amabas, te creí tus palabras, dude en lo que hacías. Y ahora, la excusa es que no existe ninguna. Porque aún me amas, aún estando con ella.
Ven si quieres y dame un beso, toma de mi llanto y cuela de él la sal, dame de tus flores y de las caricias que no logro comprender. Llámame algún día, cuando me quieras ver.
Mas ahora, déjame dejarte. Déjame creer que en verdad ya te has ido. Déjame colgada de tus luces infinitas, de esas calles que nos vieron sonreír.

He decidido ya no pensar en tus orejas, ni en tus dientes blancos y perfectos que me cantaban las mañanas, he decidido ya no dibujar por las ventanas tu corazón medio nublado, ni curarte las heridas que no tienes.
Y lo he decidido con tanta pasión, que no puedo dejar de apasionarme con escribirte letras tontas, de regalarte un poco más de esta pobre atención.

Soy irónica y lo sabes, soy más mala de lo que crees. Yo también quiero ser libre, pero me da miedo asumir que tú lo eres de igual manera.


Te extraño, cómo cuando me soñabas por las noches. Te quiero, cómo el último abrazo que te dí. Y te amo, tan impredecible, cómo este adiós que he decidido, aunque no esté tan segura de que sí.

domingo, 11 de marzo de 2012

Un día de Marzo.

"Hervimos en el espacio que acontecía junto al aire, hervimos tanto, a tal grado de consumirnos."


Un día como estos te tuve entre mis brazos, así como ella para Neruda, sólo que yo nunca yací en tus noches.

Te tuve pensando que me amabas, que tenías derecho de tocarme por ser tu regalo de cumpleaños. Porque aún teníamos algo que era nuestro.

De igual forma sabía que ibas a olvidarme, que después de este momento ya no existirían nuestras horas. ¿Para qué? sino podemos querernos más de lo que ya lo hemos hecho

Teníamos que comernos los pedazos. Y acabar de una vez por todas con lo que nos sobra, con lo que no fuimos.

Eres una mala persona.


¿Por qué lo dices?, me respondió besándome los hombros.


Porque sabes que esto no va a volver a suceder.


Sí, lo sé. Y bajó sus manos para tomarme las caderas.

Papel para escribir historias.

"Escribí con tinta negra, Teamo, así, todo junto. Después pensé que no tenía sentido. Lo rayé y volví a escribir. Te amo. De todas formas se oía mal. Tal vez si lo leyeras, bueno, tal vez si lo supieras."


Entonces, soy parte de una historia que escribiste con faltas de ortografía y mala redacción. Soy parte de aquel texto que te dejaron de tarea, y que imprimiste cuando ya no había tinta.

Soy, tan siquiera un poco de lo que alguna vez tu aliento dejó que suspirarás. Un poco de la emoción de aquello que desconocías, y de una voz pequeña que te llamó por tu nombre.

Y aquello, tanto aquello que juraste proteger. Tanto que te disgustaba que le tocasen, que alguien más mirase con los mismo ojos que tú.

Bueno, y si he sido algo de igual forma ya no lo soy más. Sólo un mensaje de texto mal enviado. Unas palabras que se perdieron en el camino de la carretera.

Además de un llanto entrecortado en el filo del escusado del baño. Escondida por no decirle al viento que te he extrañado, y un poco lastimada por las navajas de mis pensamientos que me incitan a imaginar que ella está llena de basura y porquería.

Ya no te llevo debajo de mis párpados, ni dormido por las comisuras de mis labios, tampoco te llevo vacío y crédulo por las rodillas que me sostienen, sin embargo te dejé un pequeño lugar en el crepúsculo de mis palabras y otro más en las líneas de esto que escribo.

No vale nada que te diga ahora que puedes irte si ya lo haz hecho, y aunque siguieses aquí, ¿por qué me harías caso? Nunca fui tu dueña ni tú el mío.

No somos parte de nosotros.