Thiis iis më

Mi foto
Indestructiblemente, rota.

viernes, 30 de septiembre de 2011

El alma de las palabras

"Sabes que me he enamorado de ti, sabes que te he dado todo, que me he entregado de la mejor manera a tus manos, que he dejado que me tomases, que hicieses de mi lo que te placiera. Así que sólo necesito tiempo para recoger mis cosas, he irme para siempre de ti, necesito un poco de espacio para guardar dentro de este corazón, todo lo que te he dado. Espera sólo un poco, y juro, no volverte a molestar."


El día de hoy, me he enamorado de la belleza que trae consigo el escribir frases de una conversación cualquiera, en una obra de literatura verdaderamente romántica, con algún chico, con una amiga, con un amigo. Fascinante.

El día de hoy he ido a ver las pinturas del que ahora considero oficialmente mi pintor favorito: Santiago Carbonell, y me he entregado completamente a la pasión de su sensualidad, a la belleza de la sangre, al desencanto de la tristeza, y es cierto que así se titula la obra: de la belleza al desencanto, ¿pero qué desencanto?, esos 20 minutos dentro de la sala, platicando con mi estupenda compañera, adentrándonos en cada detalle, han sido magnificentes.

Sentir llover, caminar. Hablar de ti mi gran amor, hablar de ti pequeño amor, pasar junto a tu casa, recordar que ya no eres nada, (no sentirme tan triste), olvidar, recordar de nuevo, escucharla a ella recordar a su gran amor, pensar, pensar tanto. Palabras, el aire se inundaba de aire y de palabras, de lluvia atolondrada, de místicas memorias, de hombres, siempre de hombres. De ustedes tan importantes, tan llenos de nosotras, tan vacíos de reconocimiento; les nombramos, les reímos, les ofrecemos una cara de soledad. Mírenos, mírenos a nosotras y a nuestras palabras, al alma que se guarda dentro de ellas, de nuestra estúpida razón, de lo inteligente que es nuestro cerebro al amarlos, de lo ciego, de lo loco.

No estamos tan disparatadas, sólo hemos ampliado nuestra piel a la suya, necesitamos despegarnos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Octalidades

"Es curioso, ver cómo escribimos a esos hombres, cómo les reclamamos, les llamamos y les imploramos, cómo lloramos a través de las letras, cómo nos enamoramos, mientras escribimos, nuevamente de su recuerdo, cómo ejercemos todo el poder de nuestra poesía para intentar decirles todo lo que sentimos, decirles cuanto les queremos, cuanto les extrañamos. Y a ellos, ni siquiera les importa."

Usualmente, las personas dicen que sufren de dualidades, con un hombre y un animal, con dos tipos de personalidad, con un dilema, etc. Pero yo, sufro una guerra entre mis 8 mundos, entre 8 diferentes tipos de pensamiento, entre 8 voces.

La primera me grita que ya no escriba esto, que soy completamente estúpida, ridícula, ¿para qué lo hago? ¿de qué me serviría? que es tonto pensar en el amor, que ni siquiera puedo encontrar la palabra que describa lo insulso que es mi comportamiento, la indiscresión de mis palabras. Estúpida

La segunda me dice que siga luchando por él, que realmente vale la pena, que mi propósito es estar con él, porque quiero estar ahí, me dice que persevere. Enamorada

La tercera dice que es su culpa, que él es el que tiene la culpa por haberme dejado quererlo, por decirme que me quería, y la cuarta se pone diciendo que la culpa la tengo yo por haberme dejado llevar, por enamorarme de él, porque no me puso una pistola en la cabeza y me ordenó que le quisiera.

La quinta me dice que es un mentiroso, mentiroso cobarde que no habla, mentiroso, mentiroso y más mentiroso, mientras la sexta me recuerda que le quiero, y le justifica "el no es un mentiroso, sólo no sabe lo que quiere" o mejor dicho "no me quiere ahora", lo cual regresa a la primera y me vuelve loca.

La séptima dice que me resigne, que tome una posición de víctima y me acongoje y después que espere a que llegue "algo mejor" o "alguien más" ¿Para qué? y la octava, me grita de manera estrafalaría que lo olvide, que realmente no tiene tanta importancia, que no es tan grave, que para qué armo tanto problema, ¿para qué escribo tanto de eso? que sólo me lastima y lo que yo quiero es ser feliz.

Entonces, he creado un mounstro que pelea contra mis neuronas y todo mi cerebro, he creado una guerra dentro de mí, porque siempre va a existir una contraparte que se oponga a otra y otra que le ataque nuevamente, ¿cuándo existirá un equilibrio?, ¿cómo haces un equilibrio entre 8 partes?

Mejor regreso a clase.

martes, 27 de septiembre de 2011

Dilema

"Mientras otros mueren por estar en tú lugar, mientras otros se confiesan, tú callas, me miras sin decir nada, piensas, seguro que piensas, pero no harás nada, mientras ellos me quieren, yo quiero estar contigo, mientras ellos me buscan, yo te evito para no volverme a enamorar, ¿será alguna vez que todo concuerde? ¿que la vida se haga de pronto, sólo un poco más fácil?."


Siempre ejerciste una especie de misterio para mi, ahora, te encuentras posicionándote en palabras, en conversaciones que no sé si son reales, o si sólo forman parte de una novela escrita al azar. Y yo, hablando de tu ingenuidad, del zorro que serás si la pierdes, ¿quién eres tú verdaderamente?, ¿acaso te he conocido en algún momento?, sólo te miraba, te miraba tanto que nunca había visto tus ojos.

¿Qué quieres de mí? tú, niño, pequeño ingenuo, pequeño gran dramaturgo, sabes hacer de estas letras algo que jamás creí posible.

Cuando llueva

"Cuando llueva caerán, desde lejos las llamas del mar, caerá el silencio convergente con la tempestad, caerá el llanto, caerá el momento, seremos sólo, el minuto del encuentro."


Incendiada por el furor de la incomprensión, son tiempos de poner atención al frente y no al pasado, son tiempos de dedicarle espacio a este tiempo, de dedicarse a sí mismos.

No somos tan grandes cuando nos paramos al lado de la inmensidad, no somos tan fuertes cuando nos dejamos llevar por el amor. ¿Pero que amor? ¡Ya basta del amor!, el amor no nos va a salvar, el amor no nos va a mover, no nos va a llenar la boca. Pero que actitud tan pesimista, tú, ferviente seguidora del romanticismo, tú te has dejado caer en la blancura de la soledad, te dejas ir con ella, le das tus manos y le permites que te lleve, allí a donde las nubes yacen negras, ahí donde las llamas del mar ciegan el calor de las uniones, de éstas pasiones que surgen cuando te veo.


Basta de tanta desilusión en cuando al amor, el amor es bello, bien cierto me lo tengo, el amor es todo en ésta vida, sin embargo, es momento de dejarlo por un rato, hablar de otras cosas, pensar en otras tantas, mientras me acostumbro a no quererte y a ya no soñar tanto despierta.

Intentaremos alegría.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Damaged

"As we die, both you and i, with my head in my hands i sit and cry." (Don't speak, No doubt)

Pronto, ha oscurecido la noche, y el día también. Se han oscurecido mis sueños, se acabó, nuevamente, la felicidad.
Mientras recorro sigilosamente las letras del olvido, mientras descubró lo bello que era ayer, pienso, tantos posibles finales, tantas cosas que pude haber hecho u intentado, para que esto saliera bien.

¿De que sirve dios que alguien más me quiera? ¿De qué sirve que mientras él pensaba en mi, mirandome a los ojos, yo sólo los cerraba esperando encontrar a mi hombre ahí? ¿De qué, mirar al cielo y pedirte con todo el corazón que me dejes ser feliz? Ya no aguanto esta tristeza.

Y no es tanta la tristeza de este precoz amor, es la tristeza de saber que existe en mí esta frustración, que existe en mi este corazón tan lleno de él, tan lleno de días.

Haciendo paréntesis, frase que me ha encantado al escucharla ayer, porque en verdad funciona; me gustaría pedirle, aquí, en un sitio cibernético a Dios, a mi Dios, que cuide a aquel que me ha roto el corazón, aquel que sabe que aún respiro yo en su mente, que le importa saber que es lo que hago, que no puede olvidarme, por favor, cuídalo, cuídalo de su estupidez, de jugar con su propio corazón, cuídalo de la embriaguez de la noche, de la ceguera de creer en algo que no es cierto. Cuídalo, y que le cuiden, si en verdad le aman, que no le dejen ir.

¿Yo?, estoy dañada porque creo en el amor, porque creo en las personas, porque creo en los hombres. "You're so fucked up" diría algún protagonista de una película, refiriendose a esa chica que cree en el príncipe azul, que cree que le encontrará, porque le parece estúpida, le parece irracional. Sin embargo, es cierto que nos traemos desilusiones bárbaras, tristezas provocadas, llantos incontrolables, ¿por qué no creer? ¿porque no tener fe?, lamento estarla perdiendo, mas de lo poco que me queda, espero salir adelante.

No puedo dejar de pensar en tí, no puedo hacerme entender que ya no quieres estar aquí, sin embargo te dejaré ir, hacia donde quieras vuela, yo no tengo importancia en esa decisión, mis piernas están agotadas de seguirte, mis manos cansadas de tratar alcanzarte, y mis labios, se encuentran secos de tanto esperar por besarte.

Te diré que te quiero, que es verdad, pero ¿sabes?, no soy tonta.

You and me, i can see us dying........are we?

Disipada, entre las partículas del aire que revolotean por la alcoba, mi alma no haya cabida en el lugar, no encuentra sentido a esta vida. Choca con los recuerdos acomodados en el desierto de esta madera, les mira, pregunta ¿qué hacen aqui?, se da cuenta que es inútil preguntar, pues no saben la respuesta.
Dañada, dañada desde los pies hasta la cabeza, mi cuerpo te recuerda en esta cama, te deja ir para no desesperar. El sol vacilante se planta fuera de mi ventana, me grita incansablemente que le deje pasar, me rehuso, fatigada, cierro los ojos para tratar de no verlo, pero su luz me quema, entonces recuerdo cuando te besé, ¿alguna vez lo volveré a hacer?, me tenso, "tal vez no", e imagino este silencio viajando lejos hasta donde tú estás.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Implícito

"Ahora es momento de regresar, de volver a ese tiempo donde solía ser la maldita, la impenetrable, la fría. Es momento de dejar de sentir, porque el sentir es demasiado estúpido para la rutina, es demasiado impredecible. Ilógico."

Quedamos, donde empezamos.
Mirando mis manos, mis pies, mirando lo que tengo, mirando el presente.

Dilemas que me revolotean cual buitres listos a mi muerte, completamente decididos a comer de mi carne, cuando a mi ya no me sirva para nada. Dilemas que no entiendo, que no sé resolver.

Pero me consuela, saber, que estoy consciente de lo que quiero, que sé que quiero estar con él, sin embargo, dadas las situaciones que no dependen de mí, prefiero alejarme, no estoy dispuesta a lastimarme, de soportar la indiferencia, de ser la que espera.

Tiempo, hay, tiempo te doy, tomate el que quieras, sólo no esperes encontrarme a tu vuelta, y si me encuentras, no me dejes ir de nuevo.

Lo implícito, lo que quedaba escrito en cada aliento, en cada suspiro, allí queda, porque es imposible decirlo ahora, porque debe ser invisible para no ser daga, sólo debe estar ahí, sin más.

A fin de cuentas, me han dicho, como dicen en la cultura popular: "eres una clavada", y no está mal..sólo tienes que esperar al tiempo. ¿Saben que más soy? soy una clavada frustrada que se convertira en una fría indecente, esto de querer ya no se me da.

No me gusta escuchar falsedades que endulcen mi oído, que me hagan volar, para después dejarme caer sin previo aviso.

Me voy.

Dios siempre tiene 3 respuestas: Un sí, un "no en este momento" y un "tengo algo mejor para ti".
Tengo tanto, que no es mucho en realidad

viernes, 16 de septiembre de 2011

Estas letras

"Es la interfaz de una caratula ya rota, de un corazón marchito, que grita a lo lejos que está muerto. Es todo lo que algún día soñamos, pero no recordamos en realidad, es nuestro suspiro demorado, nuestras letras arrancadas de aquel árbol, aún inmaduras, incapaces de volar. Es bostezo de amor, es el suicidio del cielo."


Impaciente, siempre impaciente, susurrándole a las nubes un juramento que no es mío, que río, mientras le digo, pues mi sangre se burla de él, sabe que no correrá de esa manera, sabe que no saciará tanta sed.

Existía, alguna vez, en algún tiempo, un papel, un papel escrito, un papel con letras. Existía con la finalidad de decirle a alguien cuan importante era, existía para hacérselo saber. ¿Cuándo existió y con qué claridad? Aún creo que le he soñado.

Habría sido alguna obsesión disfrazada de amor, habría sido la nada disfrazada de pájaro.

¿Qué habrá sido sino palabras locas? Palabras danzantes de boca en boca. ¿Qué habrá sido sino tu voz? disfrazada de una estúpida canción.

Letras en la cabeza de algún desvariado, letras en las manos de un pintor, letras gloriosas, letras chirriantes, al fin y al cabo letras del corazón

Dime pues, ¿Qué dirá la tristeza cuando hable? ¿Qué dirá cuando descubra al amor?, que ha estado encadenada a un abismo y a una hoja de estación. Otoño vacilante, que nos envuelve de lúgubre camino, otoño de viento que levanta la falda de esta indecisión.

Estas letras, te dirán cuánto te quiero, estás letras te dirán lo que no sabes, esta son, pocas mas tan bellas, letras de histérica razón.

¿Dónde encontraremos el silencio?
Donde seas mío, y lo sepas de verdad

martes, 13 de septiembre de 2011

Por las ganas de querer

"Tantos sueños que anhelamos ver por la ventana, tantas estrellas como broches de cristal, tantos recuerdos que flotan en el alma, tantas memorias perdidas en la tempestad. Dime que pasará cuando la muerte nos halle muertos, cuando no encuentre restos, de lo que solíamos ser."

En ciertos momentos, llora mi sangre al correr por los túneles del silencio, llora mientras grita, que no sabe que hace aquí. Otras veces acelera, para llegar a este corazón palpitante, que al tocarte aloca, y eriza mi piel.

Por las ganas de querer,
te busco,
por las sendas de tú indecisión,
por  los charcos del tiempo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Qué mide al tiempo?

"Desnuda del alma, desnuda de todo, desnuda ante ti; mas no basta, no es suficiente, me enfrentas a un segundo que nunca he vivido, un nuevo mundo por descubrir, que tengo prisa por descubrir."

Mi impaciencia frustra mi ser, le hace desesperado, ansioso.
El tiempo, definitivamente nunca ha sido mi aliado, no congeniamos, no existe un acuerdo entre él y yo, le odio y me detesta. ¿Podríamos amarnos?

Tal vez sea momento de seguir esos famosos dichos que dicen que "si no puedes con tu enemigo únetele", o tal vez "el que persevera alcanza". ¿Pero qué debo alcanzar si prácticamente lo tengo ya todo?

Mis pensamientos no congenían entre sí, pero prometí intentarlo, y para mí, las promesas son increiblemente importantes, este es el momento, es la prueba tal vez, es necesario luchar contra mis propias prisiones, contra la ansiedad de mi estómago, hay que luchar hasta que no queden fuerzas, hasta que las provisiones se acaben, entonces sí podré decir, que realmente lo intenté.

¿Qué medirá el tiempo entonces? pues no mide en mí si no en él, ¿Cómo saberlo?, ¿Cómo suponer?, si nunca he tenido una remota idea de lo que es esto, soy verdaderamente una neófita, ¿será que él es mi reverso?, ¿es primeriso de la otra manera? Olvidenlo estoy desvariando, esperaré.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Mini Autobiografía

"No es tan sencillo, descubrirme lentamente, aceptar lo que yo soy, amarme a mi, desatarme."


Despertaba, lentamente a la oscuridad de esta temprana mañana, reconocía mi respiración, mis latidos, y me di cuenta, verdaderamente, que estaba viva, que mi cuerpo yacía inmóvil en la cama, y mis ojos se abrían aún cansados a la palidez del techo.

Fue entonces, cuando me dio por recordar, recordar como fui niña y pronto crecí, recordar que tuve años, que los cumplí hasta llegar al día de hoy, para dar en cuenta, que hoy es el momento que más importa, aquí mientras recuerdo.

Visualicé, tiempos en los que jugaba con mi abuelo, a los piratas, a los indios, que bailábamos y cantábamos, no había cansancio, todo era alegría y diversión, tenía yo sólo dos años, pero está presente en mi memoria, dejó huella de la felicidad que viví, hasta el día en que murió.

Los tres, lo cuatro, los cinco, no son años provechosos, son años olvidados, retratados en algunas fotografías de esas que se guardan bajo llave, son momentos oscuros, borrosos, como si nunca hubiesen existido. Los seis, son el año de segundo de primaria, sí, lamentablemente tuve que vivir adelantada a lo que “debería ser” gracias al trabajo de mis padres, o repetía tercero de kínder, o falsificaban mi acta de nacimiento. Ya saben lo sucedido.

Las relaciones sociales que implican la primaria, la secundaria y la preparatoria siempre han representado un verdadero reto para mí, muchas heridas se abrieron, muchas heridas dejaron cicatrices, otras cerraron y comenzaron a desaparecer. Nunca me sentí “parte” de algo o de alguien en sí, nunca me fusioné con las demás personas, siempre fui un ente, que jugaba y contaba para los grupos, alguien que escuchaba lo que los demás decían, que les veía y a veces se conmovía de sus formas de actuar, que reía al compás, que vagaba por los pasillos, existía en una butaca, la ocupaba, pero sólo era una niña, era un nombre para las maestras, un nombre mencionado de manera honorífica, que cumplía con las tareas, que sacaba 10, pero que no era la mejor.

Indiferente, un individuo más en el mundo, ¿Qué se siente sentirse en el medio?, que no eres la mejor, que no eres la peor, que no eres “buena” en algo porque no puedes hacerlo excepcional, que no tienes más fracturas que otros, que no nunca ha tenido ninguna, que no es la mejor escribiendo, que desgraciadamente sabe escribir, que no tiene los mejores gustos musicales, que no conoce a todos los músicos, que no conoce a sólo uno que nadie más lo haga, que no tenga más de algo o menos de todo, que no es gorda, que no es flaca, ¿Qué se siente descubrir que no eres nadie?, ¿Qué puedes no existir y no afectarás más que a un .10% de la población del mundo?, ¿Qué se siente pensar en la muerte como una vida alterna, y en la vida como una muerte lenta?, ¿Qué se siente tan siquiera imaginarlo?. La verdad se siente estúpido.

Porque después te das cuenta que todos sufrimos absolutamente de lo mismo, que no eres la única con el problema, sin embargo esto representa otro riesgo, si te estancas en creer que ni siquiera a eso puedes aspirar, a ser la única con problemas, digamos “existencialistas”, o avanzas frente a eso, y te das cuenta que a pesar de todo, vives, se te ha otorgado ese privilegio, y lo que te queda, en lugar de lamentarte, es disfrutar, lo que tienes, lo que eres y a lo que se te ha permitido acceder como vivencias, como el día a día.

De alguna manera, encontré a un hombre, un hombre que  apenas un muchacho me hizo “descubrir” el amor, me adentró en él y en lo superficial de sus sentimientos, me envolvió con sus palabras, y me desechó con el tiempo. Este hombre, es hasta ahora, uno de los que más ha influenciado en mi vida después de mi padre, porque con él, aprendí a crecer, y no porque me haya enseñado a crecer, sino porque tuve que hacerlo, tuve que, para poder salir de él, para librarme de cadenas que yo misma me había puesto, para encontrar mi amor, regresarlo a la realidad y dejarlo expresarse de verdad.

El hombre, tenía un nombre, o creo que aún lo tiene, mas no significa nada, tenía una esencia partida, incompleta, porque no había podido encontrar la propia y se adueñó de cierto modo de la mía, la hizo suya, sin embargo, le displacía, entonces la arrojaba por algún rincón para ir en busca de una nueva, para al final dar en cuenta que no era lo que quería, que prefería la mía. Pero no prefería la mía, no prefería la de nadie, porque esa parte perdida, yace inconsciente en algún lugar de su alma, sólo que no le halla, no le encuentra, y por eso busca desesperado fuera de él alguna que le complete y le haga sentir mejor.

Yo, me infiltré en su pobre realidad, me hice parte de él cada vez que lo deseaba, le complací hasta ver desvanecidas todas mis energías, me entregué, para luego reconocer, que yo no lo necesitaba, que él era quien me exigía de vuelta, que era su realidad más no la mía, que mientras yo acomodaba las piezas para que él fuese enteramente él, yo perdía libertad, perdía mi esencia por apostarla a la suya.

Por otro lado, aunado a este, surgían nuevos problemas, problemas ya existentes que yo no reconocí hasta el momento que la tragedia sucedía, que la muerte se plasmaba frente a mí, que me recorría fríamente, y me decía que podía, si quería, llevarse a la mujer de mi vida.


Sin consciencia propia, ha caído, desde un gran puente hacia el vacío, se ha perdido en el aire; por unos segundos desconoció su propia existencia, no supo porque caía, no supo su nombre, no supo el mío. Poco menos de media noche y entramos a un hospital, ella, derramaba sangre, sangre de su alma, se encontraba despedazada, tantos huesos, tantos días. Mas volvió, volvió para decir que no quería estar ahí, para decir, que volvería a hacerlo hasta lograrlo.

Papá, sentía el miedo, vivía con miedo, de encontrarse en una situación parecida, ¿Cómo podría verla, sin espíritu, sin sentido?, ¿Cómo podría hablarle sin encontrar respuesta? Se armó de un valor imprescindible, de un corazón partido pero fuerte, y le dijo adiós.
La vida ahora, tiene sentido de alguna manera, he crecido, he madurado, soy capaz de darlo todo, de amarme y de amar a alguien, de escuchar, y de escucharme a mí, de saber que necesito libertad, mas quiero alguien con quien compartirla, que necesito una conversación, pero alguien bueno con quien mantenerla, que no soy una isla, que no soy un ente, que puedo vivir para mí y para los demás, para lo que amo y lo que me apasiona.

Soy, y ese es el punto, éste momento, este segundo y el que viene tras de él, esto que poseo, que no es mío, mas por ahora lo poseo, le observo, le moldeo, le recuerdo. Es este momento.


Después de darme cuenta, que el silencio se había hecho eterno, que la oscuridad aún no desaparecía, me dieron ganas de llorar, por haberme sentido de nuevo, de reconocerme como persona viviente, de aceptarme como un ser que ha crecido y que lo seguirá haciendo, sin embargo, tome dichos recuerdos y los guardé bajo mi almohada, levanté las cobijas que me bridaban calor, y salí de nuevo hacía el mundo, para vivir lo que me tocaba del día, para empezar de nuevo en esa mañana, para que al volver el vacío y la oscuridad regresara, a ese encuentro, donde los sueños, la vida y la memoria, se hacían realidad.