"Cuando llueva caerán, desde lejos las llamas del mar, caerá el silencio convergente con la tempestad, caerá el llanto, caerá el momento, seremos sólo, el minuto del encuentro."
Incendiada por el furor de la incomprensión, son tiempos de poner atención al frente y no al pasado, son tiempos de dedicarle espacio a este tiempo, de dedicarse a sí mismos.
No somos tan grandes cuando nos paramos al lado de la inmensidad, no somos tan fuertes cuando nos dejamos llevar por el amor. ¿Pero que amor? ¡Ya basta del amor!, el amor no nos va a salvar, el amor no nos va a mover, no nos va a llenar la boca. Pero que actitud tan pesimista, tú, ferviente seguidora del romanticismo, tú te has dejado caer en la blancura de la soledad, te dejas ir con ella, le das tus manos y le permites que te lleve, allí a donde las nubes yacen negras, ahí donde las llamas del mar ciegan el calor de las uniones, de éstas pasiones que surgen cuando te veo.
Basta de tanta desilusión en cuando al amor, el amor es bello, bien cierto me lo tengo, el amor es todo en ésta vida, sin embargo, es momento de dejarlo por un rato, hablar de otras cosas, pensar en otras tantas, mientras me acostumbro a no quererte y a ya no soñar tanto despierta.
Intentaremos alegría.
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