La obsesión cesó,
las cartas, tal vez volvieron a Alemania
dejé el amor en el asiento de un camión
las ganas, en alguna sala de espera
Con los días se han ido:
la pasión desbordada
los fuegos encendidos en las mejillas
el deseo inmaculado
la rabia de la despedida
Las colillas de cigarro terminaron por morir
ahogadas como Gabriel
colgadas en algún infierno
Quizá fue mi culpa, por hacerte creer
que te amaba tanto
tanto como a él
Y ya no es Octubre, amor
ahora lo entiendo
perdóname por sentir
lo que ahora ya no siento.
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Déjame tu alma