"Siempre te encuentro en algunos momentos en los que creo que aún te conozco, para después deshacerme recordando que verdaderamente sí lo hago. Y te olvido de pronto, escuchando una bonita canción."
Que te han visto, tomado de la mano de una mujer llamada Soledad, besándole los labios, aferrado a su alma, acariciándola en los días en que no tienes que hacer nada, llamándola al teléfono que ronronea en la oscuridad de su cuarto.
Que te han visto, sonriendo cuando la llevas a tu lado, y te escondes para regalarme tu último pensamiento a las cuatro de la madrugada.
Y me han visto a mi también, coleccionando segundos que no te pertenecen, dándole todas las palabras de amor que me he tragado a algún personaje de esas historias que me invento.
Pero no nos han visto a ambos, sabiéndonos incompletos, destrozados, no nos han visto porque nuestras máscaras de baile les llaman más la atención, les divierte, y sólo Dios nos oye por las noches rezándonos los unos a los otros.
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Déjame tu alma