"Puede que yo no sepa lo que quiero pero no te veías con ganas de ayudarme a saber si era contigo."
Este era un hombre, pequeño en la lejanía, grande cuando me abrazaba
Era un susurro de noche, de agua que cae de a gotas en tu pecho hasta quebrar en desesperación
Era un hombre de muchas palabras, de buenos versos, de besos tartamudos.
Esta historia acaba porque nunca comenzó.
Tenía ganas de volar conmigo, pero no quería despegar los pies del suelo
Tenía ganas de probar la libertad, también tenía ganas de quedarse para siempre en su escondite.
Después se dedicó a regalar versos de amor a las ánimas del olvido, otros los lanzó al aire por si alguien quería creer que le pertenecían, y pasado el tiempo en medio de un silencio que parecía adiós, me dejó creer que era yo su amiga, una de esas que el nombre le revolotea por los pasillos de su corazón, se acuerda y los espanta, sigue su camino y nada más.
Juro que no vuelvo a hablar del tema, porque aunque no quiera todo terminó [...]
Juro que no vuelves a escuchar mi voz, no importa que estalle todo mi interior, aunque yo no entienda ya esta situación, esta historia acaba porque nunca comenzó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu alma